Soñar despierto es la mejor manera de engañarse a uno mismo. ¿A caso dudas de que no tienes el poder de lograr lo que te propones? Demuéstralo entonces.
En un post anterior ya os hable de mis «listas», esos trozos de papel que albergaban un mundo de deseos que iba a cumplir:
https://ungramodelocura.com/2014/11/03/mi-primer-corte-de-pelo/
De nada sirve anotar todo lo que quieres saborear durante esta existencia si no vas tachando. Tachar para mi es sinónimo de cumplir, de avanzar y de aprender y de dejar paso a nuevos «asuntos pendientes que resolver».
Si le habéis echado un vistazo a mi última lista sabréis que en ella estaba escrito «Ir a Florencia con mamá». Todo lo allí apuntado tiene su historia y su significado, en este caso, se trata de una promesa que nos hicimos mutuamente mami y yo. Hemos pasado largas temporadas ingresadas (porque cuando me ingresan en el hospital ella no se separa de mi lado, por lo tanto somos las dos las que estamos ingresadas) y no soñamos en voz alta, aunque a veces parece que lo podamos hacer por aburrimiento al estar entre esas cuatro paredes, construimos nuestro futuro como nos gustaría que fuera y como será.
– Me haría tanta ilusión poder ir contigo a Florencia Tanit… Pasearíamos por la Piazza della Signoria, veríamos el David de Michelangelo en la Gallería dell´ Accademia, la Primavera de Boticcelli en la Galleria degli Uffizi, visitaríamos las tumbas de los Medici, pasaríamos por delante de la casa de Dante, cruzaríamos el Ponte Vecchio deslumbradas por los destellos de los brillantes de as joyerías que siglos atrás habían sido carnicerías…
– Si mami, algún día lo haremos, ya verás.
Quizás habéis notado la pasión de mi madre por el arte, es historiadora del arte y supe desde el momento en el que acepté viajar con ella que me estallaría la cabeza con datos y más datos sobre el renacimiento italiano, y no, no me equivoqué aunque se ve que se contuvo mucho.
Pisar las calles de esa ciudad italiana no era un viaje más, para nosotras era un movimiento en nuestro tablero de ajedrez, un aviso al contrincante haciéndole ver que la partida la esta perdiendo, que nada ni nadie nos para y vamos a por lo que queremos.
A parte, tenéis que saber que mi lista me grita silenciosamente TÁCHAME, hace mucho que no tachas nada… TÁCHAME, a que estás esperando??? y me incita a planear el asalto al mundo.
Justo debajo del asunto Florencia en la lista está apuntado «Visitar a Xuxu en Bologna» y si juntamos dos deseos en uno? Con un rápido chasqueo de dedos apareció delante de Il Dumo mi amiga Xuxu con su novio Davide. Hay que creer más a menudo en la magia porque existe…
Xuxu (que es su nombre artístico ya que en realidad se llama Mirentxu) se fue a vivir a Italia por «amore», aunque ella no lo suele contar así. Eso me hace pensar en todos aquellos que se han ido volando de sus nidos y de sus tierras por amor, por trabajo o por estudios. Me vienen a la cabeza Maastricht, Londres, Suiza, Panamá, México, Suecia… Todos ellos, utilizando los argumentos que hayan utilizado realmente solo se han ido por una cosa: para poder tachar lo que tienen en sus listas y deben de cumplir para seguir adelante, para ser felices y para no pensar en el y si lo hubiera hecho…? Y callar ese TÁCHAME!!!