La otra cara de la moneda

 

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Hace unos días me invitaron a la «Escola Xarxa» para que diera una charla a los alumnos y alumnas de 4º de ESO y 1º y 2º de bachillerato.

Una de mis intenciones era no ser demasiado mal hablada durante la conferencia, si, ya lo sé, no hay ninguna palabra mal sonante que les hubiera venido de nuevo, pero mi obligación era comportarme como una conferenciante decente y profesional (y parece imposible pero lo conseguí).

Mi padre me riñe porque dice que escribo demasiadas veces la palabra «mierda», y que publicar algo con esa palabra por en medio es feo y de mal gusto, yo me defiendo diciéndole que de momento no escribo ninguna columna para el New York Times y que la censura no está presente en mi blog. No estoy a favor del vocabulario que se usa en algunos debates de Gran Hermano, pero si creo que para describir algunos momentos de nuestras vidas no debemos suavizar algo que las palabras duras ayudan a explicarnos. Si necesito escribir «mierda» lo seguiré haciendo, pero en la conferencia logré suprimirla (milagro).

Mi intención principal era trasmitir una parte de mi intento de filosofía de vida y no, no les hablé de cubatas y noches de discoteca, esa parte está a la vista de todos y no necesitamos reflexionar demasiado sobre los secretos de la noche, esto que lo descubra cada uno cuando crea pertinente.

Titulé la charla como «La otra cara de la moneda». Creo que muchas veces los problemas cotidianos nos asfixian y a la mínima que algo no nos sale como pensábamos que debería de salir nos hundimos. Creemos que las cosas solo tienen que ser como nos han inculcado que deben de ser y a partir de allí si caemos y no podemos seguir nos sentimos perdidos. En los momentos difíciles es cuando debemos sacar a flote nuestro superviviente interno, todos lo tenemos aunque habrá quién nunca lo dejará actuar. Una mala situación puede convertirse en una oportunidad inesperada, TODO depende de nosotros, del color con el que pintes las cosas, de girar la moneda por la cara que más nos convenga.

Puse como ejemplo mi propia experiencia, les conté como había cambiado mi vida a partir de una enfermedad y que por culpa de este  bicho malo y cabrón (no es un insulto, es un adjetivo) me había perdido muchas oportunidades pero tuve la voluntad de poder ver las cosas que me ofrecía esa nueva situación. Les hablé del trabajo de Crohn-ik, los conciertos, las donaciones, la concienciación, también les expliqué que es el Consejo de Jovenes del Hospital Sant Joan de Déu y lo que hemos logrado.

https://ungramodelocura.com/2014/10/06/locos-bajitos-y-valientes/

Hay circunstancias que debemos superar por narices, y otras que las podemos evitar. Solo debemos de soportar lo realmente importante en esta vida, los problemas secundarios se pueden ir un ratito a la mierda. Hay que saber preocuparse por lo que vale la pena y no por todo ni por nada. ¿Y como se hace esto? Ah señores, siento decir que normalmente, como con casi en todo en esta vida, se aprende a hostias, pero una vez has conseguido hacerlo notas como todo tu cuerpo pesa un poco menos.

Quise hablarles desde el positivismo, desde la fuerza y desde la lucha. Todo está en nuestras manos y querer es poder. Y si la vida no nos lo quiere dar a la primera hay que insistir hasta que te llame pesado, hasta que se rinda a tus encantos.

Un honor poder compartir mi «sabiduría» con ellos y dispuesta a hacerlo las veces que hagan falta si realmente llego a trasmitir lo propuesto.

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4 comentarios en “La otra cara de la moneda

  1. Ole!!!!!!!!! Ojala y hubiese mas iniciativas como esta que te han dado para hablar, aqui estamos en ello, pero de momento todo son pegas y creo que es muy importante para los futuros, médicos, arquitectos, abogados, fontaneros………. saber que es nuestra enfermedad, lo que nos pasa, como nos cambia la vida y como no tiramos NUNCA la toalla, besos

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