No quiero estar escribiendo esto, no quiero tener que decir lo que he guardado durante algunos días, pero la vida, en este caso la PUTA vida, no me deja otra opción.
Hoy me han venido a la cabeza dos frases bonitas y guerreras como mi amiga, mi amiga la que tenía Crohn contra el que peleaba a golpe de optimismo, la que siempre me decía «vive a tope, siempre a tope Tanit» y la que nos ha dejado por culpa de su enfermedad, nuestra enfermedad, porque sí, de Crohn también se muere. Esas dos frases son: «Pasar de sobrevivir a la súper vivencia» de María Leach y «Yo mataré monstruos por ti» de Santi Balmes.
La primera frase me obliga a levantarme del sofá, a dejar de pensar en lo que ha salido mal, en mi recuperación, en el quirófano, en si me duele, en si estoy triste. PUNTO. La segunda, no me da opción a quedarme con los brazos cruzados, tengo que coger la escopeta y salir hacia el bosque para matar a la bestia que nos tiene aterrorizados a tantos enfermos, ha acabado con la vida de mi amiga pero no con su fuerza que ahora está conmigo. «A ella te la has llevado, pero no lo harás con nadie más».
Cuando empecé con todo esto, me refiero a hablar de mi enfermedad y a recaudar dinero para la investigación, fue porque estuve a punto de morir porque mi Crohn se complicó, me habían dicho que nunca podría morirme por su culpa, pues no era una enfermedad seria. Lo siento pero no es así, y no lo digo para hundir a nadie, se que las personas a las que nos ha tocado vivir con esto no nos rendimos y es difícil por no decir casi imposible acabar con nuestras ganas de ganar, lo digo para que se sepa: las Enfermedades Inflamatorias Intestinales no son un simple dolor de barriga, sino unas enfermedades que pueden perjudicar a muchos órganos de nuestro cuerpo, pueden causar graves infecciones y nosotros podemos acabar mal.
Por ella, por mi, por todos los enfermos quiero seguir hablando claro, quiero seguir mostrando nuestra realidad: no tan solo queremos sobrevivir sino que también queremos ser «súper vivientes».
Hace pocas semanas estuve ingresada y a partir de ese día me quedé acurrucada en un rincón del mundo. La voz de mi amiga resuena clara en mi cabeza, es hora de despertar y volver a gritar:
«Vive a tope, siempre a tope Tanit»
Lo haremos por ti.
Tanit