Quería hacer un post especial para Halloween y no sabia si hablar sobre calabazas o sobre fantasmas ya que hoy en día es muy frecuente encontrárselos… ¿Dónde se han metido los Cazafantasmas que los dejan campar a sus anchas? A veces el sonido de sus cadenas o el de sus mentiras me taladra duramente la cabeza. Tampoco creo que le saliera tan caro a los ayuntamientos contratar Cazafantasmas en cada ciudad, de hecho podrían utilizar los aspiradores con los que trabaja el servicio de limpieza. ¿Que porque aspiradores y no pistolas de última generación? Porque a los fantasmas con solo aspirarles la sábana y dejarlos en cueros quedan automáticamente reducidos al tamaño de sus vergüenzas, o sea que se quedan en NADA.

Finalmente como podéis intuir por el titulo de este post me he decantado por las calabazas, y aun más en el hecho de dar calabazas… Repasemos pues los tipos de calabazas que podemos encontrar en el mercado, aunque sean como sean todas duelen por igual!

Las comunes: las de toda la vida de Dios. Las mismas que se te aparecen en la cabeza cuando te dicen la palabra CALABAZA. Grandes, redondas y naranjas. Nada originales y previsibles: «No es por ti, es por mi.» «Ya no siento mariposas en el estomago.» «Necesito estar sol@ para reflexionar sobre lo nuestro…»

Las apepinadas: aunque no sean tan típicas las hay, calabazas alargadas con forma de pepino, tienen esta forma para que sean más fáciles de colártelas por donde menos te lo esperas cuando menos te lo esperas. Y si, normalmente suele ser sin anestesia, sin lubricante vamos, ¡a pelo! «Hace un mes que no sabes de mi porque aunque no te lo creas me abducieron los extraterrestes.» «He estado investigando sobre nuestros antepasados y resulta que somos familiares muy lejanos, tenemos que dejarlo no vaya a ser que los niños nos salgan tontos.» «He sido seleccionad@ para entrar en Gran Hermano.»

Las verrugosas: son unas calabazas feas, muy feas. Están recubiertas de esas verruguitas que temes tocar y ser contagiado. ¿Que sucede cuando recibes este tipo de calabaza? Pues que te entra un asco supremo: «Llevo un año saliendo a la vez contigo y con tu herman@, nos casamos en dos meses, ¿quieres ser testigo?» «Entre mi perro y  yo hay algo más que amistad…»

Las verdes: los que optan por darte estas calabazas suelen ser los que no están muy acostumbrados a hacerlo porque siempre las han recibido ellos. Por lo tanto, a la mínima que tienen oportunidad… zasca! te dejan, te abandonan, te aniquilan, con lo peor que te podrían decir: la verdad. No tienen ni la decencia de mentir! Verdes, que están muy verdes… ¡Ya que das calabazas hay hacerlo con «cariño»! «¿Has visto el culo que se te ha puesto? Si ya no quepo a tu lado en el sofá! Me voy mañana mismo a casa de  mi madre que allí si que me quieren.» «¿Como? que lo nuestro no era una relación abierta? Ah, pues si no me dejas irme de orgías creo que lo nuestro se ha acabado, la monogamia no esta hecha para mi…»

Ya solo me queda desearos feliz noche de Halloween (i bona castanyada!!!), decirle a la señorita Bea Par que estoy esperando a que me llame para ir a cazar fantasmas por alguna discoteca de Barcelona, y pediros que no me deis nunca calabazas, ¡de ningún tipo! Aunque si que me podéis invitar a comer crema de calabaza que me chifla! ¡Ah! y otra cosa que me ha chiflado ha sido esta casa, si algún día me compro una en USA (porque solo allí son comprendidas semejantes excentricidades) la «decoraré» así: Ghostbusters!